ANÁLISIS DEL CONFLICTO ARMADO
(DESPLAZAMIENTO FORZADO) A PARTIR DEL DOCUMENTAL “NO HUBO TIEMPO PARA LA
TRISTEZA”
Presentado
por:
Ortiz Landázuri Diana
Ospina García Martha Cecilia
Rodriguez Lucumi Gina Maritza
Profesor: Arizaldo
Carvajal
PROGRAMA DE TRABAJO SOCIAL
CURSO: CINE, SOCIEDAD Y TRABAJO
SOCIAL
SANTANDER DE QUILICHAO, NOVIEMBRE 11 DE 2015
INTRODUCCIÓN
Colombia
desde el siglo pasado y lo corrido del nuevo milenio se ha visto envuelto en un
conflicto armado de consecuencias nefastas e impredecibles, que a pesar de los
esfuerzos que el gobierno nacional hace, cada vez que, los grupos al margen de
la ley ataca a algún municipio causan terror, miedo y zozobra en la comunidad, como consecuencia de esto
queda un número muy alto y significativo
de personas que se ven obligadas a salir de su territorio, dejando de paso sus
pertenencias, bienes inmuebles, como también sus arraigos culturales, rompiendo
con sus lazos personales, sociales, económicos, amistosos y familiares; es por
esto que en muchas ocasiones se ven
obligados a acudir al Estado Colombiano, puesto que este es el ente encargado de
velar por la seguridad y los derechos de los ciudadanos.
Esta
situación problemática trae consigo una serie de condiciones de vulnerabilidad
extrema, las cuales afectan a toda este tipo de población.
Partiendo de esto, es pertinente mencionar que según el artículo 74 de la ley
1448 del 2011 se concibe como víctima aquellas personas que individual o
colectivamente hayan sufrido un daño por hechos ocurridos a partir del 1º de
enero de 1985, como consecuencia de infracciones al Derecho Internacional
Humanitario o de violaciones graves y manifiestas a las normas internacionales
de Derechos Humanos, ocurridas con ocasión del conflicto armado interno.
Ahora
bien, se entiende por despojo la acción por medio de la cual, aprovechándose de
la situación de violencia, se priva arbitrariamente a una persona de su
propiedad, posesión u ocupación, ya sea de hecho, mediante negocio jurídico,
acto administrativo, sentencia, o mediante la comisión de delitos asociados a
la situación de violencia.
Por
otro lado, se entiende por abandono forzado de tierras la situación temporal o
permanente a la que se ve abocada una persona forzada a desplazarse, razón por
la cual se ve impedida para ejercer la administración, explotación y contacto
directo con los predios que debió desatender en su desplazamiento durante el
periodo establecido en el artículo 75 de la ley 1448 del 2011.
FICHA TÉCNICA
Título original: No
hubo tiempo para la tristeza
Año: 2013
Duración: 1:04:
42.
País: Colombia
Director: Jorge
Mario Betancur Gómez
Guion: Patricia
Nieto
Investigación: Centro
Nacional de Memoria Histórica de Colombia
Coordinación
del informe: Martha Nubia Bello Música: original producida para el documental "No hubo tiempo
para la tristeza" realizado por el Centro Nacional de Memoria Histórica y
dirigido por Jorge Betancur.
Letra: Patricia Nieto
Música: Magio
Voz: Magaly Álzate
Guitarra acústica, programación y órgano: Magio
Fotografía: Centro
de Memoria Histórica
Productora: Centro
de Memoria Histórica
Género:
Drama | Basado en hechos reales, sobre el Conflicto armado, años 1995, años
2005
DOCUMENTAL: NO HUBO TIEMPO PARA LA TRISTEZA
Sinopsis: El documental cuenta por qué Colombia ha sido escenario de un conflicto armado durante más de 50 años y cómo los ciudadanos han sobrevivido a este largo periodo de violencia. El relato refiere los hallazgos del Informe Basta ya. Colombia. Memorias de guerra y dignidad, elaborado por el Centro Nacional de Memoria Histórica. También presenta a hombres y mujeres que desde La Chorrera, Bojayá, San Carlos, las orillas del río Carare, Valle Encantado y Medellín dicen que Colombia no puede permitir que la atrocidad de la que ellos fueron testigos se repita. (CENTRO NACIONAL DE MEMORIA HISTÓRICA).
Jorge Mario Betancur Gómez
Investigador
Antioqueño, estudió periodismo en la Universidad de Antioquia e Historia en la
Universidad Nacional de Medellín. Ha trabajado en varios documentales y
programas de televisión y ganó el premio India Catalina en el Festival de Cine
de Cartagena con la serie Muchachos a lo bien, en 1997.
PATRICIA NIETO (guionista)
Nació
en Sansón, Colombia el 8 de Agosto de
1968; Comunicadora Social y Magíster en Ciencia Política de la Universidad de
Antioquia. Candidata a Doctora en Comunicación por la Universidad Nacional de
La Plata. Trabajó como en el diario EL MUNDO y en la revista La Hoja de
Medellín. Algunas de sus crónicas has sido publicadas en las revistas CAMBIO,
CROMOS, SOHO y Revista de El Espectador. En el año 2006 inauguró la serie de
talleres de escritura De su puño y letra con víctimas del conflicto armado.
Resultado de ese trabajo son los libros ‘Jamás olvidaré tu nombre’ (2006), ‘El
Cielo no me abandona’ ( 2007), ‘Donde pisé aún crece la hierba’ (2010). Ha sido
ganadora del Premio Latinoamericano de Periodismo José Martí de la Agencia Prensa Latina, del Premio Nacional de
Periodismo Simón Bolívar y el Premio Nacional de Cultura Universidad de Antioquia.
Actualmente es profesora asociada de la Universidad de Antioquia donde ha sido
editora del periódico De la Urbe.
COMENTARIOS Y CRÍTICAS FRENTE AL
DOCUMENTAL “NO HUBO TIEMPO PARA LA TRISTEZA”
Este
documental ha tenido una variedad de comentarios tanto positivos como negativos, entre estos:
Martha Nubia Bello destacó el valor de los
testimonios y de las voces de las víctimas, que permiten identificar los daños
e impactos sufridos. Testimonios que encarnan el sufrimiento y el dolor, que
denuncian, que reclaman y que desafían el poder. A través de la memoria,
explicó la investigadora, las víctimas "dignifican a sus seres queridos.
La memoria también tiene una función en términos de denunciar e intenta
garantiza el no olvido, y la memoria como una pedagogía social para las
víctimas, es que los jóvenes y la sociedad aprendan lo que a ellos les pasó.
Las víctimas nos han enseñado a entender para qué es la memoria, cómo se hace,
cuál es su utilidad".
Por otra
parte, Alfredo Molano resalta
el gran mérito del informe, que a su parecer constituye el segundo tomo del
libro pionero de 1962 "La Violencia
en Colombia"
de Monseñor Guzmán, Orlando Fals-Borda y Eduardo Umaña Luna. El reconocido
sociólogo y cronista, expresó: "Yo tengo la esperanza que este libro sea
un paso inicial del conocimiento a fondo de la verdad. ¿Cuál es la función de la
memoria? La función de la memoria es fundamentalmente resistir, la resistencia.
La memoria militante, ese concepto de memoria militante, de resistencia, es el
gran mérito del libro".
En ese mismo orden de ideas, Andrés
Felipe Medina compartió lo sucedido en la Comuna 13 de
Medellín. También se
preguntó, "¿dónde estaba el resto de la ciudad?", mientras sucedía lo
que sucedía en la Comuna. El joven líder y trabajador social coincidió en que
¡Basta Ya! es un primer paso para vencer el silencio que ha imperado,
"basta ya a esta indiferencia, a este silencio que nos ha mantenido
aislados de lo que ha sucedido en este país", sumido en medio de una
"guerra absurda que no nos pertenece". Por último, invitó a construir
la paz desde la cotidianidad de cada uno: "en Cuba se está firmando
un acuerdo que es el cese de hostilidades. No es la paz. La paz nos corresponde
a cada uno de nosotros, acá en nuestros territorios, en nuestros barrios, desde
cada uno".
Finalmente en el periódico digital Las
2orillas, se menciona que Munir Falah, presidente
de la compañía Cine Colombia, incumplió un acuerdo con el Centro De Memoria
Histórica y le dijo no al tráiler del documental “No hubo tiempo para la
tristeza”. El Centro De Memoria Histórica
lleva ocho años trabajando con relatos, imágenes e investigaciones para que
Colombia no olvide su tragedia de dolor y guerra acumulados en 50 años de
conflicto armado. Con este propósito, su director Gonzalo Sánchez, había
hecho un acuerdo por $140 millones con Cine Colombia para la divulgación de una
pieza del documental “No hubo tiempo para la tristeza” en siete de sus
salas de cine en el país; tal como hace con los cortos nacionales. Sin embargo,
el presidente de la compañía Munir Falah, consideró que el documental era muy
fuerte y tenía escenas demasiado crudas, olvidando que este estaba construido
sobre la realidad del conflicto en Colombia. Este es el documental a que Cine
Colombia no quiso pasar.
TRAILER DOCUMENTAL “NO
HUBO TIEMPO PARA LA TRISTEZA”
PROBLEMÁTICA
DEL CONFLICTO ARMADO “DESPLAZAMIENTO FORZADO”
Ahora bien, a lo largo del documental
se logra contextualizar el conflicto armado interno colombiano el cual ha
traído muchas consecuencias en la
población civil, entre ellas se
destaca el desplazamiento forzado.
En esta medida, se podría entender que las
personas que son víctimas del conflicto armado se ven obligadas a dejar atrás
sus tierras, pertenencias y su proyecto de vida llegando a lugares desconocidos
en los cuales les toca pagar arriendo y en muchas ocasiones vivir en
condiciones de hacinamiento y extrema pobreza, sin embargo es difícil
cuantificar las dimensiones de esta problemática debido a que estas familias
llegan con un silencio que es producto del terror y las vivencias traumáticas.
En
ese sentido, el documental evidencia los testimonios de las víctimas y de los
investigadores del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), quienes
recuerdan y explican lo sucedido, reivindican la memoria de quienes ya no están
y destacan la resistencia de aquellos quienes aún nos acompañan.
El
aspecto más crítico de esta problemática, está directamente relacionado con la
crisis que padecen como individuo y colectivos en el marco del complejo
conflicto armado, político y social que parece no tener fin, además se da en su
propio territorio que para ellos representa un espacio de construcción social e
identidad desde las prácticas cotidianas y comunitarias.
Con
lo anterior, se evidencia que el “poder sobrevivir” no significa la liberación
de estos individuos ante el riesgo o amenazas exteriores, o con el
desplazamiento a otros escenarios, debido a que en esos nuevos contextos se
encuentra con condiciones tanto físicas como emocionales que son deplorables
para la dignidad humana, es aquí en donde llegan estos sujetos que pretenden
reconstruir sus vidas y se encuentran con esta cruda realidad.
Otro
elemento importante, es que en su mayoría las personas que han padecido este
fenómeno son de zonas rurales en las cuales tenían fincas y cultivos de pan
coger, que con la llegada de grupos criminales fueron abandonados por sus
propietarios; Es este sentido, se extraña mucho la vida de campo y el
territorio ya que para estas personas no significa solo un espacio físico sino
un escenario de identidad e integración social.
En
esta medida se puede entender que las principales afectaciones psicosociales en
la población víctimas del conflicto armado son los siguientes: perdida de la
trayectoria de vida, bienes materiales, su entorno social, autoestima e
identidad cultural.
En
lo concerniente a la dinámica familiar se encuentra que muchas familias se ven
obligadas a separarse debido a que no cuentan con la estabilidad económica, es
por ello que deben dejar a cargo de familiares o amigo a sus hijos, esto trae
consigo una ruptura en la familia puesto que en algunas ocasiones se han
presentado separaciones de pareja e inestabilidad que ha dado lugar a que muchos
niños presenten comportamiento de tristeza, miedo y poca relación en los nuevo
escenarios de interacción puesto que son retraídos y manifiestan mucho temor y
el deseo constante de que las cosas sean como antes.
Esta
situación se refleja en la siguiente
consecuencia en que casi la mitad de las familias desplazadas son encabezadas
por mujeres, por lo tanto, tienen que asumir todas las responsabilidades
familiares. Estas mujeres desplazadas trabajan como independientes, por
ejemplo, como vendedoras ambulantes o empleadas domésticas. Frecuentemente el
dinero no es suficiente o no consiguen trabajo. Además, cuando las mujeres son
las únicas responsables de mantener el hogar tienen dificultades para acceder a
los servicios estatales, puesto que no disponen de tiempo y desconocen a donde
dirigirse.
El
deterioro y desintegración de los grupos familiares así como de sus redes de
apoyo social son resultado de la difícil situación a la cual están expuesta
estos sujetos. Con el consecuente impacto emocional y social, que se ve
agravado por el éxodo de la población, además se enfrentan con la escasa
respuesta del estado ante la gravedad de esta situación del conflicto.
Los diversos modos y/o formas de violencia que han tenido
que sufrir las miles de víctimas del
conflicto armado en Colombia, provocan daños e impactos que afectan la
integridad de esta población. Entre ellos: los impactos psicológicos que deterioran
las relaciones interpersonales y la salud física; las pérdidas económicas que generan
inestabilidad emocional; los impactos colectivos y el daño a las redes sociales
y comunitarias que afectan las capacidades y posibilidades individuales.
De esta manera, se establece un acumulado de situaciones
que se relacionan mutuamente, lo cual hace difícil separar y especificar
aquello que es propio de cada tipo de daño, pues vemos como un daño puede
conllevar varias dimensiones como individual o colectivo, pero que a su vez va
a generar algún tipo de pérdidas y transformaciones, tanto para el individuo,
su colectivo o comunidad.
A continuación, se expondrán los tipos de daños, las
dimensiones, pérdidas y transformaciones que se visibilizaron entorno a la
población victimizada de nuestro estudio, con el ánimo de entrever y comprender
la variedad de daños e impactos que vive la población víctima del
desplazamiento forzado.
Los resultados señalaron que las familias
necesitan de la atención de un equipo interdisciplinario que involucre la
satisfacción de las necesidades materiales, psicosociales y el fortalecimiento
y la disfunción de los derechos
TIPOS DE DAÑOS
A partir de las narraciones de las victimas del
desplazamiento forzado, en el documental se observa que los tipos de daños que
han experimentado a partir de este hecho victimizante; son de tipo: físicos, psíquico, moral y al proyecto de vida.
De
tal manera, hombres, mujeres, niño/as, y adultos mayores durante el conflicto
armado, no solo fueron víctimas del desplazamiento forzado, sino que les
tocó presenciar asesinatos de familiares
cercanos o vecinos; así como ser víctimas de amenazas, torturas, despojo y
destierros. Por lo tanto, estas situaciones han causado profundos impactos emocionales sobre las
víctimas y han perjudicado su estabilidad emocional y psicológica.
En la mayoría de las narraciones, las
víctimas identificaron el miedo como una de las emociones más constante y
generalizada, ya que les tocó enfrentarse y vivir la llegada de hombres armados
a sus corregimientos y hogares, sembrando la zozobra día y noche; sin
embargo la población víctima, aun años
después de ocurridos los hechos, expresaron que a pesar del paso del tiempo el
miedo sigue presente en sus vidas. Así mismo, el miedo se convierte en una
emoción paralizante y mortificadora que impide que algunas personas puedan
continuar con sus actividades cotidianas
para continuar con sus vidas, como salir de sus hogares, caminar por el campo,
reunirse con sus amistades. Por lo tanto, el miedo limita iniciativas
familiares y comunitarias para reiniciar o proseguir con sus proyectos de vida; y en muchos casos, el
miedo, causado por los años de terror, ha logrado impedir las acciones de
denuncia, de búsqueda de justicia, de organización social y de participación
política.
INTERVENCIÓN
DESDE EL TRABAJO SOCIAL
METODOLOGÍA.
Para
la compresión de la dimensión compleja de esta problemática, es necesario
contemplar la teoría de los sistemas que invita a pensarse la familia desde un
punto de vista que no reduzca la mirada a cada parte o integrante de ella, sino
que comprenda su totalidad y con ella, la complejidad de sus relaciones. Desde
este enfoque se entiende el sistema como un “conjunto de elementos, acciones
o individuos que conforman una unidad global como consecuencia de la
organización que surge de las interacciones regulares, constantes y
persistentes entre los mismo” (Garciandia, 2005: 107). Además esta
perspectiva teórica se basa en las relaciones de los grupos familiares con el
entorno social.
El
sistema, en su forma de relación y las relaciones que se dan entre sus
elementos o miembros y de estos con su entorno va creando una interdependencia
e influencia sobre cada uno de sus componentes y en la totalidad del sistema,
en esta medida se podría entender que es necesario ver a la población víctima
del conflicto y todas las redes que acompañan la orientación y restablecimiento
de derecho de la población contemplando la dimensión integral del sujeto ya que
se pretende generar un proceso de intervención que conecte la dimensión familiar
y la institucional es decir, atender las necesidades psicosociales y fortalecer
las redes de apoyo interinstitucionales
En
esta medida se evidencia que al entender al sistema y su complejidad se pude
ver la realidad desde un enfoque integral en el cual se tiene en cuenta los
distintos sistemas sociales y como estos se conectan. Los procesos que
determinan la condición dinámica de un sistema parten de sus interacciones
internas con el medio, en este sentido se genera un procesos de influencia
mutua en la cual se ven afectados todos los miembros del sistema.
La
interacción con los sistemas se dan porque el sistema no son las partes si no
relación entre las mismas, es este sentido los sistemas tiene como base la
cibernética que se fundamenta en la casualidad lineal en la cual hay una situación que moviliza a
distintas partes y a su vez se produce un efecto por otro lado se encuentra la
casualidad circular en esta el afecto se retro-actúa es decir actúa sobre la
causa, una situación afecta a todos las partes.
En ese sentido, consideramos pertinente realizar una intervención psicosocial, a través de
la cual se lleven a cabo acciones para mitigar o desaparecer los riesgos y
procesos sociales problemáticos para un individuo y su grupo social, a través
de actividades de carácter preventivo o terapéutico que buscan mejorar la
calidad de vida y el bienestar, tanto a nivel individual como colectivo.
Para
ejecutar dicha intervención es necesario realizar un proceso de acompañamiento
a nivel personal, familiar e institucional que permita reestablecer la
integridad emocional de las personas y de sus redes sociales, a través de
estrategias como la psi-coeducación, abordaje de factores psicosociales y trabajo en red.
Otro
elemento importante es el de la investigación como forma de intervención, puesto que a partir de esta herramienta se
pueden construir canales entre la comunidad y los profesionales; esto es
posible para la población desplazada mediante la construcción de la memoria histórica
ya a partir de esta se reconstruyen los hechos traumáticos que vivieron estas
personas y con esto se puede generar
conocimiento sobre el conflicto armado colombiano que refuerce y apoye la
memoria de las víctimas, y contribuya a la reparación simbólica y colectiva y
al esclarecimiento de lo que ha sucedido en nuestro país.
ESTRATEGIAS.
Las estrategias a implementar buscan fortalecer
lo existente o lo previsto a desarrollar, para así garantizar el respeto a
condiciones socioculturales y la auto-sostenibilidad de los programas, sin que
ello entre en contradicción con los planes, normativas y prioridades definidas
a nivel local. Con este presupuesto general, hemos definido las siguientes
estrategias dentro de nuestra propuesta de intervención:
1. Coordinación
Interinstitucional
La coordinación interinstitucional se propone
como estrategia global, para así contar con el apoyo de las diferentes entidades comprometidas en la
atención a víctimas del conflicto; ya que esto permite la articulación de
acciones.
2.
Apoyo y Recuperación Emocional
Las acciones de apoyo y recuperación emocional tienen como objetivo
propiciar asesorías psicológica o espacios grupales de reflexión, discusión y
de autoayuda, con las personas directamente afectadas por el conflicto.
Estas técnicas se pueden aplicar en corto tiempo y favorecer la
expresión de emociones, la elaboración de duelos, aceptación y adaptación al
cambio y la recuperación de la palabra, la identidad, la autoestima, la
dignidad, la confianza, la convivencia, además de propiciar la reconstrucción
del sentido y proyecto de vida personal, familiar y comunitario.
3.
Apoyo al Fortalecimiento del Tejido Social
En cuanto al apoyo al fortalecimiento del tejido
social, se propone una metodología de acción participación con elementos
formativos, en la cual los beneficiarios son invitados a identificar desde su
perspectiva individual, familiar y colectiva, las situaciones consideradas como
problema, así como a construir con ellos las soluciones a las mismas, tomando
como base las experiencias y recursos propias.
Para este ámbito, el apoyo al fortalecimiento del
tejido social se realiza mediante la implementación de talleres grupales en los
que se fortalecen procesos de participación comunitaria, autogestión, liderazgo
y empoderamiento, resolución de conflictos y capacidad para la concertación, y
todos aquellos aspectos propios de la convivencia como respeto a la diferencia,
tolerancia, solidaridad, entre otros.
ACTIVIDADES.
· Reuniones con la comunidad víctima del conflicto armado, donde se
establezcan las necesidades específicas para la atención psicosocial y se
detecten casos puntuales que requieran atención individual o familiar.
· Talleres
psicoeducativos en temas que favorezcan el fortalecimiento de la organización
comunitaria, como convivencia, resolución pacífica de conflictos, tolerancia y
trabajo en equipo, organización comunitaria, autogestión, liderazgo,
comunicación y gestión y elaboración de proyectos.
· Talleres de sensibilización
para la población receptora frente a la problemática del desplazamiento y del
conflicto armado.
RESULTADOS ESPERADOS.
- Reducir la vulnerabilidad de las poblaciones víctima del conflicto armado en un 40%, mediante el apoyo en la superación de los efectos psicológicos causados por el desplazamiento.
- Haber fortalecido las relaciones intrafamiliares en un 50%, posibilitando el equilibrio de la dinámica familiar.
- Disminuir los riesgos de violencia intrafamiliar, el maltrato infantil, posibles adicciones al alcohol o drogas y la vinculación de menores a grupos armados en un 45%.
- Brindar instrumentos de autoayuda para el enfrentamiento de situaciones de crisis y la participación activa en los cambios sociales y productivos del entorno social.
- Recuperar el tejido social de la comunidad para el restablecimiento de su identidad como ser social.
- Promover acciones y estrategias encaminadas al fortalecimiento de la organización de la comunidad, la capacidad de autogestión, la integración local, el conocimiento y la aplicabilidad de los DDHH, el DIH y la Ley 1448 de 2011.
- Posibilitar que las comunidades receptoras, acojan, respeten y se solidaricen con la población afectada por la violencia.
- Fortalecer a las instancias locales con metodologías y estrategias para la atención psicosocial de la población y para la atención de futuros eventos.
OPCIONES DE PELÍCULAS
RELACIONADAS CON EL TEMA
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LOS COLORES DE LA MONTAÑA.
Los Colores de la
Montaña cuenta la historia de Manuel y Julián, dos amigos y compañeros de
escuela, que un día en un partido de fútbol pierden un balón. Como la pelota va
a parar en un campo minado, los niños acompañados de Poca Luz, uno de sus
amigos, intentan por todos los medios recuperar el preciado objeto.
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RETRATOS EN UN MAR DE MENTIRAS
Esta película de 2010 fue escrita y
dirigida por Carlos Gaviria. Cuenta la historia de Jairo, un fotógrafo
ambulante y su prima Marina, una joven amnésica y muda, que viajan desde Bogotá
hasta la costa del caribe colombiano a recuperar unas tierras de las que años
atrás fueron desplazados.
En el transcurso de ese viaje Marina
empieza a revivir su triste pasado. Al llegar a su pueblo y contar que viene a
reclamar sus tierras, es secuestrada por los paramilitares, junto a su primo
Javier. Cuando Marina logra llegar hasta su casa y recuperar las escrituras que
su abuelo ha dejado de las tierras, revive la masacre de su familia.
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IMPUNITY
Este documental de Hollman Morris
tiene quizá uno de los inicios más impactantes: el testimonio de una
víctima que cuenta cómo fue asesinado su hermano menor y las consecuencias de
este hecho. El documental ofrece información sobre las audiencias judiciales
que establecieron los paramilitares para esclarecer la verdad sobre asesinatos
y demás crímenes, pero en medio de esto, es posible ver reflejado la
magnitud de sus actos (como cortar cabezas y quemar cuerpos).
·
LA PRIMERA NOCHE
La película da cuenta, entonces, de esa traumática transición del campo
a la ciudad que le ha tocado vivir a millones de colombianos, pero también es
el relato de una dolorosa historia de desamor, la cual produce en el espectador
una suerte de incómoda impotencia, tal vez mayor que la ocasionada por ser
testigos del desmoronamiento y el estado de caos en que se encuentra el país.
Porque al menos a eso ya estamos acostumbrados, pues la convivencia cotidiana
con la violencia y la injusticia ha dotado a los colombianos de resistencia e
indolencia. Pero con las historias de desamor es diferente. Sobre todo cuando
las vemos en el cine, porque casi siempre todo relato y su punto de vista nos
impele a identificarnos con los protagonistas y, consciente o
inconscientemente, deseamos para ellos lo que desearíamos para nosotros.
BIBLIOGRAFÍA
· Centro Nacional de
Memoria Histórica. Aportes teóricos y metodológicos para la valoración de los
daños causados por la violencia. Bogotá: CNMH, 2014.
·
Ministerio Del Interior y de Justicia.
(2011). Ley de víctimas y restitución de tierras.
·
Jurisprudencia
·
Colombia, Corte
Constitucional. Sentencia C-052 de
2012.
·
Colombia, Corte
Constitucional. Sentencia T-458 de 2010zac
· Organización Internacional Para Las
Migraciones (2013). “No Hubo Tiempo Para La
Tristeza”: Crónica de un Estreno. Publicado en la Categoría Fortalecimiento Institucional
para las Víctimas. 30
Noviembre 2013.
·
Palacio Valencia, María Cristina. (2004). El
desplazamiento forzado en Caldas, crisis de la institucionalidad familiar.
Manizales: Universidad de Caldas-CEDAT.
· Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). (2011). Desplazamiento forzado,
tierras y territorios. Agendas pendientes: la estabilización socioeconómica y
la reparación. Bogotá: PNUD.
El conflicto armado ha dejado una real crisis social, donde las principales víctimas han sido los niños.
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