ANTONIO
DORADO EN EL CURSO “CINE, SOCIEDAD Y TRABAJO SOCIAL”
En el marco de
la Electiva
profesional: CINE, SOCIEDAD Y TRABAJO SOCIAL, dictada a estudiantes del Programa
de Trabajo Social de la ESCUELA DE TRABAJO SOCIAL Y DESARROLLO HUMANO de la
UNIVERSIDAD DEL VALLE, Cali-Colombia, el pasado 12 de junio estuvo con nosotros
el reconocido cineasta y documentalista Antonio Dorado.
Antonio, de una forma muy generosa, atendió nuestra
invitación, para charlar sobre sus experiencias, sus películas, sus reflexiones
sobre la relación cine-sociedad, los “detrás de cámaras”, etc.
Antonio Dorado es comunicador social egresado de la Universidad
del Valle, donde es profesor titular en la Facultad de Artes Integradas.
Director de la aclamada película “El Rey” y del documental “Apaporis”. Actualmente
está en proceso de producción su próxima película “Amores peligrosos” (La Reina).
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Detrás de Camaras - Película La Reina de Antonio Dorado
A continuación se presentan comentarios sobre esta sesión de algunos(as) estudiantes del curso:
Arizaldo Carvajal -Profesor
VISITA DE
ANTONIO DORADO
Por: Lorena Narváez
Solo tengo por decir, gracias Antonio.
La visita de Antonio Dorado fue degustar en dos horas parte
del entramado de sucesos que acontecen antes de que nosotros, los espectadores,
observemos en una pantalla de cine o de televisión una producción
cinematográfica. Las películas son un arte, una pasión que nos lleva-a los que
nos gusta- a sentir un sinfín de sensaciones, a recorrer el mundo al lado de
los personajes o a embriagarnos de su felicidad, tristeza, amargura, rabia y
muchos más sentimientos. Tener a Antonio entre nosotros me hizo revivir
experiencias y algunas reflexiones que he tenido sobre dos de sus filmes, El
Rey en el 2004, y recientemente Apaporis. De antemano agradezco la sencillez y
disposición de compartir y resolver con los estudiantes de Cine, Sociedad y
Trabajo Social cada una de nuestras inquietudes. Ambas películas, como nos lo
comentó Antonio, contribuyen en la
recuperación de nuestras historias de vida o a abrirnos a experiencias desconocidas.
Considero que cada película la significamos de acuerdo a
nuestra edad y experiencia de vida. La película del Rey la vi por primera vez a
la edad de nueve años acompañada de mis padres, una tía y mi abuela, solo
entendía violencia relacionada con las drogas, sexo (recuerdo a mi abuela
preguntarle a mis padres en la escena donde los personajes están haciendo el
amor en una mesa de billar, si yo tenía la edad suficiente para ver “eso”) y
que el paisaje, las calles y en resumidas cuentas, la cuidad era la misma en la
que yo habitaba, y así, me gustó la película. Quedé con una sensación de que
era muy buena porque pese a tener un contenido cruel con los asesinatos de
muchos de sus personajes, no había quedado horrorizada como en otras marcadas por
una necesidad insaciable de mostrar sangre por doquier, una casería seguida de
otra. Posteriormente he tenido la oportunidad y los ánimos de verla por gusto e
incluso, a propósito de las películas como una herramienta clave en el Trabajo
Social, para ilustrar parte del contexto caleño en los inicios del narcotráfico,
y cada vez considero que las reconstrucciones de la época, la caracterización
de los personajes, los carros, vestuarios, la música y las interacciones
cotidianas de cada escena son maravillosas y logran transportarme en el tiempo.
Apaporis por su parte es bella desde el comienzo hasta el
final, pero no es una belleza melodramática. Es un documental que logra mostrarnos,
a los colombianos que desconocemos la selva amazónica su inmensidad y las
maravillas que alberga. Pensar que muchos de nosotros, como colombianos,
desconocemos la grandeza de nuestro país e ignoramos, así digamos “Colombia un
país de regiones”, la riqueza de los contrastes culturales y la sabiduría de
cada una. Creo que Apaporis no es de los filmes para comer crispetas, sino de
los que inspiran a aplaudirla como sucedió el día que me la vi. En su
transcurso se percibía un silencio casi perturbador que se irrumpía en
ocasiones con el chasquido característico de los dientes moliendo ese maíz
inflado que generalmente compramos antes de entrar a la sala así sea más del
doble de costoso que la bolsita de maíz pira que se compra en la tienda de la
esquina, y con comentarios en algunas escenas de las personas sobre la
majestuosidad de los paisajes, la guerrilla, la coca y algunas de las
costumbres de los indígenas.
Es un documental para reflexionar, es un llamado de
atención como colombianos a reconocer y sensibilizarnos por la realidad de
nuestros pueblos indígenas, por la prolongación del conflicto armado y de las
relativamente recientes concesiones mineras. Es también reconsiderar muchos de
nuestras ideas sobre la polarización de bueno y malo, sobre el mundo ancestral
que persiste pese a nuestra indiferencia. Reconocer y valorar no es ver a los
pueblos indígenas como monos en un zoológico para ver, tomarnos fotos y volver
plácidamente a nuestras casas con agua potable, luz y demás servicios “básicos”,
ni para comparar y decir “que bonitos pero me quedo con el mundo en el que
vivo”. Es más que eso, es aprender y abrir nuestras mentes a los saberes
ancestrales y nuestras raíces, es un llamado a ser parte de la construcción de
este mundo. Tenemos, como colombianos pero también como sujetos
independientemente del lugar de proveniencia el poder de preservar, valorar y
mantener ese equilibrio que buscan los pueblos indígenas e incluso proponer
alternativas ante las incontenibles brechas de desigualdad que se expanden como
pandemia.
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ANTONIO DORADO EN UNA SESIÓN DE LA CLASE DE CINE, SOCIEDAD Y TRABAJO SOCIAL
Por: Jessica Roa Calle
A decir verdad el acompañamiento de Antonio Dorado a nuestra
electiva profesional de Cine sociedad y trabajo social fue muy interesante,
agradable y llena de muchos
aprendizajes, nos permitió conocer parte del proceso de creación de algunas de
sus películas y también nos contó parte de sus experiencias durante la
realización de cada proyecto que emprende;
es muy oportuno ver como él recoge esas pequeñas dificultades o
falencias que se presentan y las convierte en
potencialidades/oportunidades y en
maneras de cambiar y darle rumbos distintos, pero mejores, a los proyectos.
Por otra parte, fue interesante también conocer su punto
de vista y opiniones acerca de la creación y edición de las películas con problemáticas
de violencia y narcotráfico que se realizan en Colombia, pues él no lo ve como
un aspecto negativo que se lleve a los otros, sino que lo presenta como una
oportunidad de reflexión y análisis sobre esas situaciones que a diario se
viven en cientos de partes del mundo en general.
Algo que cabe resaltar, y ya para finalizar, es gran
parte de lo que compartió con nosotros sobre el documental “Apaporis”, es una
historia sobre nuestras raíces, sobre lo maravilloso y hermoso que poseemos
como país, y en realidad apostarle a proyectos como esos, hacen ver en él lo
profesional y gran persona y ser humano que es, fue muy importante a nivel
personal, conocerlo y escuchar gran parte de su proyecto de vida, ver como esa
cotidianidad familiar y social y ese entorno en el que creció influyeron de
gran manera para inclinarse por el cine y para la realización de todas las
producciones que actualmente ha hecho y está realizando.
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REFLEXIÓN SOBRE
ANTONIO DORADO
Por: Lina María Ramírez
En primer lugar, la visita del director de cine Antonio
Dorado fue muy gratificante para nosotros como grupo, pues es una persona con
gran experiencia y que pudo compartirnos su conocimiento sobre un área de tanto
interés como lo es el cine, a partir de la cual se puede tener un acercamiento
a la realidad, e incluso intervenirlo a partir del impacto social que un medio
como este genera.
Por otro lado, me parece muy gratificante y de gran
interés el hecho de que el director de cine sea egresado de nuestra institución
educativa, ya que fue notable la identificación que se produjo con el grupo en
el momento que mencionó este detalle.
Es admirable ver como se puede llegar tan lejos con sólo
proponérselo y esto es evidenciable cuando el director nos comenta su
experiencia de pregrado y posgrado aquí en la universidad. Además de ello, un
elemento que me pareció muy importante para destacar y que es transversal a
nuestra profesión, es que en la realización de sus filmes, documentales y
películas las temáticas tratadas no son gratuitas, y obedecen a eventos y rasgos específicos de
la vida del director, lo que aún en una experiencia tan subjetiva como esta
permite reconocer la importancia del contexto en las acciones y formas de vida
de los sujetos y así mismo el medio social en el que se desarrollan, como en
este caso la violencia que surge en los 60 en Cali, donde se dio el nacimiento
de la historia del Rey, con aportes de el personaje “El grillo”, historia
conocida por el director previamente.
Finalmente, me parece muy importante la estrategia del
director para tomar el cine como un medio para intervenir una realidad tan
compleja como la que vivimos, pues a través de este medio se puede producir
impactos en las percepciones que tiene la ciudadanía sobre asuntos específicos,
como la importancia de la cultura y el patrimonio nacional en “Apaporis”, e
incluso la violencia y el narcotráfico en “El Rey” y fue aún más importante la
experiencia vivida en el curso, por su pertenencia con los contenidos y
temáticas tratadas.
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SOBRE
LA VISITA DE ANTONIO DORADO
Por: Wilmer Chávez Aguirre
La tan esperada visita del reconocido
director de cine y además profesor de la Universidad del Valle, Antonio Dorado,
fue una experiencia bastante grata y enriquecedora, ya que muchas veces al ver
sus películas o documentales uno piensa qué hay detrás de todo eso, en cuanto
producción, en cuanto a costos, financiación, en un país como Colombia, qué
historias hay detrás de cada personaje, de cada actor, de cada escena. Y este
gran personaje de nuestra ciudad en medio de su sencillez estuvo muy dispuesto
a responder cada pregunta que cada uno le hacía.
Conocer todas esas anécdotas, experiencias,
dificultades en la realización de producciones como Apaporis o El Rey, entre
otras, por lo menos para mí, fue algo muy interesante, ya que son las
experiencias de una persona muy inteligente y que ha trabajado bastante por
promover el arte y sobretodo el cine en nuestro país, pero sobretodo en nuestra
ciudad.
Algo que me pareció también muy
interesante, pensando en esa relación entre cine y sociedad fue, el marcado
pensamiento crítico social que expresa este reconocido director, además del sentido
social con el que trabajó y sigue trabajando en la producción de Apaporis, por ejemplo. Esto me parece muy
importante, porque no se está utilizando a la comunidad o a los actores y ya,
sino que el proceso continua y no se piensa solo en el lucro o el
reconocimiento, como pasa con muchas otras producciones, y no solo en nuestro
país.
Por último quería agradecer al gran
director, maestro y persona Antonio Dorado por acompañarnos en nuestra clase de
Cine, sociedad y trabajo social, por compartir su conocimiento y experiencias
con nosotros.
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ANTONIO DORADO Y SU OPCIÓN EN EL CINE
Dicen que nadie es profeta en su tierra, será por eso que al Director y profesor de comunicación en la Universidad del Valle Antonio Dorado le va tan bien aquí en el Valle. Nacido el 16 de enero de 1960 en Bolívar, Cauca, se traslada, según relata su biografía en la página de la Univalle, en 1962, junto a sus padres a la ciudad de Popayán, pero es en Cali, ciudad a la que llega en 1967, donde se radica definitivamente; llegando a vivir en el barrio San Nicolás, lugar de residencia de importantes personajes que marcarían la historia de la ciudad.
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ANTONIO DORADO EN CLASE DE CINE
Por: Sharon A. García
Luna
Antonio Dorado estudio comunicación social en la Universidad
del Valle, tiene un título de Especialista en Prácticas Audiovisuales, que le
permitió convertirse en un director reconocido, debutando en el 2004 con la
película El Rey; que en su principio fue pensado como un documental pero por
respeto a la familia del personaje real y por cosas del destino termina
realizando está película, que se basó en El Grillo, uno de los primeros
narcotraficantes de Cali en los años 60, y que vivía en el barrio San Nicolás,
de la infancia de Antonio Dorado; este contexto es muy interesante pues
reconstruye esta historia a través de mitos, comentarios y entrevistas
realizadas a los vecinos que conocieron y compartieron con esta persona. Dorado
se da cuenta que El Grillo es una persona que llevaba una vida normal pero al
mismo tiempo se involucra en los negocios del narcotráfico, y la prensa se
encarga de volverlo una persona popular en esa época; con estos aportes y con
los concursos en los que participó y ganó pudo realizar esta producción que se
enmarca entre la ficción y componentes reales.
Es interesante compartir con Antonio Dorado experiencias
de sus producciones, en la cual nos permite darnos cuenta de que una producción,
sea película o documental, tienen complejidades, riesgos y obstáculos a nivel
económico, pues no hay una entidad en Colombia encargada de ayudar a estos
productores; y a nivel general en cuanto a los imprevistos que se presentan
pueden ser porque estos no sean comerciales o acogidos por el publico quien es
el verdaderamente el que aprueba o no todo las producciones que sale al aire.
Es bueno encontrar personas que tengan una concepción
sobre el cine que de una u otra manera sustenta lo visto en esta clase, que es
como se pueden utilizar estos medios en la carrera de trabajo social; en donde “el cine es el centro de socialización, de
catarsis” (palabras de Dorado) y nos permite a nosotros trabajadores
sociales observar y mostrar hechos, eventos, contextos reales y rupturas que
han marcado la historia de los países en los que habitamos. Estas producciones
las podemos tomar como herramienta alternativas para realizar las
intervenciones en una comunidad o para rescatar las cosas buenas que desconocen
otras personas de estos contextos que están marcados y estereotipados por las
acciones violentas que hayan sucedido.
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Por: Cristian Fraga
Dicen que nadie es profeta en su tierra, será por eso que al Director y profesor de comunicación en la Universidad del Valle Antonio Dorado le va tan bien aquí en el Valle. Nacido el 16 de enero de 1960 en Bolívar, Cauca, se traslada, según relata su biografía en la página de la Univalle, en 1962, junto a sus padres a la ciudad de Popayán, pero es en Cali, ciudad a la que llega en 1967, donde se radica definitivamente; llegando a vivir en el barrio San Nicolás, lugar de residencia de importantes personajes que marcarían la historia de la ciudad.
Eran alrededor de las
6:30pm cuando por fin llegó la visita del Director Antonio Dorado. Era
importante por dos razones, la primera, en semestres pasados su acercamiento a
la clase casi se había truncado por las múltiples ocupaciones del director y
por un desafortunado hecho. La segunda, es porque hace poco se había estrenado
su más reciente película, APAPORIS Secretos de la Selva, de la cual tendría
mucho que contar.
Al llegar al salón,
muchos teníamos preguntas por hacer, las mías, aunque un poco revueltas se
enfocaban en la inquietud que por mucho
habitaba mis pensamientos, ¿por qué se sigue haciendo tanto cine de
narcotráfico en el país, cuando Colombia tiene muchas más historias para
contar?
Antonio, de tez
trigueña, estatura baja, mirada cansada, contestó cada una de las preguntas que
se le hizo, era notable el agotamiento por el exceso de trabajo pero también
fue admirable el conocimiento que tenía sobre el cine y su mirada en la
sociedad.
Sus intervenciones
eran un detrás de cámara de una de sus más exitosas producciones, “El Rey” su
relato nos llevó al barrio San Nicolás, donde vivía el personaje del cual se
inspiró la película. Ante mi inquietud que se trasformó en pregunta, Antonio
respondió: “las películas de gangsters son una opción, no es la única película
que yo he hecho, hay otras, pero El Rey, ha sido mi bendición y mi maldición”, su
frases eran acertadas, cuando decía que las películas y las series de
televisión iban a cambiar el día que la sociedad colombiana cambie, nos comentó
a manera de anécdota, que con la película del narcotráfico, los cines se
prestaban abiertos a sus posibilidades, pero que cuando se quería trasmitir un
documental, las trabas, los contra y el poco ánimo se dejaba ver. “
Nos contó además
sobre la forma en que se produjo su última película, la historia detrás de la
historia, mostrando que las buenas películas no nacen sólo de el querer hacer
una cinta, si no por el contrario, pareciera que fuera una complicidad del
destino y sus inexistentes casualidades las que llevan al resultado de querer
crear, Antonio narraba cómo todo se fue dando para crear APAPORIS, pero también
como los truncamientos aparecían, pero lo importante era como se superaban.
Al terminar el tiempo
de la clase, Antonio Dorado nos dejó con el antojo que queda, cuando se
encuentra uno con un buen conversador, ojalá podamos volver a tener otro
conversatorio con él, ojalá siga produciendo cine, ojalá el destino siga
confabulando nuevas historias para contar en cine.
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DETRÁS DE UN
DIRECTOR DE CINE COMO ANTONIO DORADO...
Por: Lorena Penagos
Cabrera
Acostumbro a
llamar “encuentros” y no clases, a los
espacios que me parecen particularmente agradables y llenos de aprendizajes, en
donde los saberes son construcciones permanentes y horizontales; así es el
espacio propuesto por el profesor Arizaldo Carvajal, quien mostró desde el
principio un gran interés por la participación del cineasta Antonio Dorado, el
cual el pasado martes a través de sus
experiencias, su imaginación y su humanidad, aportó al diálogo que iniciamos desde febrero de
este año, acerca de cuál es la relación existente entre cine y sociedad.
Comienzo por decir,
que detrás de un director de cine como Antonio Dorado, hay una amplia formación
ligada a la academia, al cine, a la literatura, pero sobre todo a experiencias
de tipo personal y humana, como fue su
relación con Estanislao Zuleta, al cual le realizó un documental, principalmente
por ser un gran pensador y ante todo humanista, que de paso por la Universidad
del Valle, dejó una huella enorme en cuanto
a los saberes pedagógicos y la perspectiva de que la construcción de una nueva
sociedad sí es posible.
Así, Antonio
Dorado, fue narrando sus inicios en el cine y de cómo su gusto por el arte en
movimiento, no podría desligarse de la universidad, del barrio, de los vecinos,
de los personajes que hicieron historia
en su comunidad, de las historias narradas por la gente y por supuesto del
ejercicio como comunicador social, el cual le permitió indagar y romper con los
silencios en la historia, como cuando conoce de cerca a la familia de “El
grillo” y a través de ello logra la reconstrucción de imaginarios en un barrio
de Cali como es San Nicolás durante los años sesenta, que posteriormente
hicieron parte de la elaboración de la película “El Rey”.
Detrás de un
cineasta como Antonio Dorado, hay sueños, imaginarios y emociones, las cuales
–dice él- siente cuando ve esas enormes filas de personas, preparadas para ver
sus producciones; pero ¿qué lo hace
diferente a cualquier ciudadan@ del común?, a su experiencia suma, la osadía de
que hacer cine, le ha dejado la posibilidad de hacer nuevos amigos, conocer
nuevos territorios, conversar sobre lo que no es familiar para la gente en su
cotidianidad, de conocer cómo la gente vive y de no quedarse allí en lo estereotipado,
como cuando logra interactuar a partir de su travesía por el Amazonas, la cual
dejó como resultado un documental bellísimo, de magistral fotografía y un documento
realmente propositivo; además de dejar en las y los espectadores la sensación
de visitar pero sobre todo de conocer nuestros territorios ancestrales; corta
me quedo para describir “Apaporis”.
Detrás de un
director de cine como Antonio Dorado, veo a un hombre con el convencimiento de
que la sociedad debe ser transformada, de que todas las historias deben ser
contadas, no hay ni menos ni peores historias, todos los sujetos cuentan y esa
es principalmente la relación existente entre el cine y sociedad; además, a la
hora de hacer cine y sobre todo de interpretarlo lo espectros son amplísimos y
esto tiene que ver con la historia (tiempo y espacio) de los sujetos, con su
cultura, los sentires e imaginarios.
“Un alentador
futuro para los cineastas de la ciudad de Cali”, –dice Antonio Dorado-;
esperemos que estos futuros realizadores, cuenten con la formación pero sobre
todo el humanismo que caracteriza a este director, porque en sus palabras, hace
falta cine sobre héroes “negros e indígenas” y sobre otros sectores que son
también invisibilizados; abiertas están entonces las posibilidades del cine,
siempre y cuando la sociedad también sea transformada, esta es la gran
reflexión que me deja su participación en el encuentro, a él, a mis compañeros
y al profesor Arizaldo, gracias por hacer que por espacios como este, crezca mi
pasión por el cine.
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UN MOSCO EN LA PARED:
ANTONIO DORADO Y SU VISTA A LA CLASE DE CINE, SOCIEDAD Y
TRABAJO SOCIAL
Por: Johan Rubio
La clase sentía ese no se que, no sé
cuando, todos y todas estaban expectantes ante la llegada de Antonio Dorado,
comunicador social y director de cine; películas y documentales varios hacen de
su vida un camino cargado de experiencias, las que de manera muy resumida pero
con toda la intención del mundo llegó a compartir.
Antonio Dorado habló de su vida, su
niñez, su escuela y universidad, contó a la clase cómo llegó a ser director de
cine, su proceso, trabajo y disciplina lo han llevado a reconstruir las
dinámicas sociales cotidianas y proyectarlas en una pantalla, se refirió al
proceso de construcción de su película El Rey, cómo fueron los primeros pasos,
de donde salió la idea de hacerla, cómo recogió los detalles más pequeños de la
vida del protagonista, sus ires y venires.
Habló de su experiencia con Apaporis,
de los detalles económicos que tiene hacer un documental o una película, el
trabajo, la disciplina, los detalles, lo poco que se dice, lo mucho que se
queda sin decir, todo lo que se capta, pero lo más importante es todo lo que se
aprende, lo que se vive y lo que se
camina.
Respondió a todas las preguntas e inquietudes que los y
las estudiantes formularon, sin prejuicios contestó aquellas preguntas que le
criticaban o que querían saber cuál era su mirada frente a situaciones
puntuales como el narcotráfico, la violencia, y/o los medios de comunicación.
La experiencia de compartir con Antonio Dorado permite no
solo reconocer y entender la mirada de un director de cine, la importancia que
este adquiere, sino poder, tal como lo planteaba él, reconocer que para poder
“(…) cambiar la sociedad hay que
mostrarla tal como es (…)” una lección que no solo aplica para el cine y
quienes lo ven sino también para todo profesional que busca una alternativa de
mundo distinto, es la mirada que se tiene y la interpretación que se hace de lo
que se ve y vive diariamente lo que realmente marca la diferencia “(…) los problemas y las situaciones
problemáticas no son finalmente lo central, lo realmente importante es como
leemos, como interpretamos esos situaciones(…)” , por eso el invita a
captar la vida de improviso como “(…) un
mosco en la pared (…)” como si los otros no estuvieran, es poder hacer
interpretaciones, es vivir sin que los otros estuvieran, esto no desconoce al
otro/s, pues como el mismo lo sostiene “(…) no
somos nada sino nos rodeamos de la gente competente, esa gente que nos ayuda a
ver lo que no podemos ver o nos da una idea distinta de lo que estamos
viendo(…)”
Antonio Dorado, entre
sus respuestas dejó ver su forma de ser y vivir, su pasión por lo que
hace e invitó a caminar de acuerdo a los sueños y a las convicciones propias: “
(…) Cuando las personas en la vida
quieren algo adicional, independientemente de lo que sea, siempre se les va a
requerir algo adicional, tiempo o espacio adicional para alcanzar lo que se
quiere, pero más importante que eso es tener en la cabeza y en el corazón un
sueño por realizar, eso es lo que nos empuja a caminar un paso más (…)”
***
VISITA
DE ANTONIO DORADO
Por:
Peggy Ceballos
En relación a la grata visita del señor Antonio Dorado,
director del documental Apapóris, me pareció muy bueno e importante contar con
la presencia de personajes como éste que dan cuenta de lecturas de realidades a
partir del lente de unas cámaras, que
hablan de como los sujetos experimentamos la realidad y nuestras vivencias,
esto se evidencia en que la historia de vida del director está muy ligada con
sus películas, pues es muy curioso observar como el director filma sus
películas y documentales con historias previas en su vida que han sido de gran
importancia para él.
También me gustó mucho que en el curso de cine lleven de
invitados a personas como él, pues es muy interesante ver como podemos
intervenir la realidad desde diferentes puntos de vista y desde diversos
ámbitos de la vida, que no solo es propio de Trabajo Social, pues desde la comunicación
social también se pueden generar transformaciones de la realidad, como lo
expresa Antonio Dorado, ‘’podemos ser una mosca pegada en la pared, capturando
la realidad desde diferentes focos’’, esta frase me gustó mucho pues tienen
gran sentido con lo que hacemos como profesionales, en donde muchas veces vemos
mejor desde una ubicación estratégica, sin estar tan cerca, pues desde esta
perspectiva se pueden evidenciar muchas cosas en simultaneo, pero esto no
implica que nos veamos por fuera o en una relación vertical en esta realidad,
esto es lo que me llevó a la reflexión el señor Antonio Dorado.
También se siente de gran orgullo tener como profesional
y profesor a este director tan exitoso, que refleja una dedicación, disciplina
y amor en lo que hace y dirige, es muy gratificante contar con la presencia de
él en nuestro aprendizaje, así mismo es muy enriquecedor que el profesor
Arizaldo nos de una excelente pedagogía, y esta clase de cine ha sido una gran
experiencia en mi vida académica y personal, ya que he aprendido muchas cosas
importantes para mi carrera y para mi vida,
desde el cine, desde lo creativo; esto y mas es lo que refleja el profe
Arizaldo en su curso, que buena fue esta experiencia, muchas gracias…
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